Me preguntan mucho cuál es “mejor”: si el PlasmaPen o el láser CO2. Y la respuesta es: depende. No tienen la misma función, no actúan igual, ni están pensados para las mismas zonas. El PlasmaPen es ideal para párpados caídos, arrugas finas y zonas delicadas. Es más superficial, más controlado. El láser CO2 fraccionado va más profundo y sirve para renovar la piel: suavizar cicatrices, mejorar textura y trabajar sobre manchas o arrugas más marcadas.
Lo que sí tienen en común es que los dos estimulan colágeno y mejoran la piel de forma progresiva. Pero el tipo de piel, la zona a tratar y tu objetivo marcan la diferencia. En consulta evalúo esos tres puntos y te explico por qué uno sí y otro no. La elección no la hace la moda, la hace tu piel.
Te escucho, te observo, y desde ahí elijo
Cuando te valoro, no pienso solo en “qué se puede hacer”, sino en qué vale la pena hacer. Si lo que buscas es levantar la mirada, tratar arrugas localizadas o corregir párpados caídos, normalmente opto por PlasmaPen. Si lo que necesitas es una mejora general de la piel, especialmente si hay cicatrices, daño solar o textura irregular, entonces el láser CO2 es la mejor opción.
Y si después de hablar veo que ninguno es ideal para ti, también te lo diré. Porque aplicar tecnología solo por aplicarla nunca da buen resultado. A veces el mejor tratamiento es no hacer nada hasta que sea el momento adecuado.